¿Quién es el candidato ideal para someterse a una blefaroplastia?

Muchas veces son pacientes que no se han percatado de esta deformidad, y vienen requiriendo otro tipos de intervenciones por lo que es necesario una valoración cuidadosa por parte del Dr. Fdez Vélez.
En definitiva se trata de deformidades que influyen en la no conjunción de las medidas antropometricas de la cara por culpa de prominencias o defecto a nivel del mentón. Por tanto los mejores candidatos serán aquellos que tengan una falta de definición entre el mentón y el cuello, especialmente en la visión lateral.

La cirugía

El aumento de un mentón (mentoplastia) que deba ser corregido unos pocos centímetros, puede llevarse a cabo mediante:
-Implantación de una prótesis de mentón, que puede ser de diferentes materiales, como la silicona sólida, el Goretex®, etc... Para introducir el implante, es posible utilizar una incisión situada dentro de la boca, en el surco entre la encía y el labio inferior (vía intraoral), o bien una pequeña incisión en la piel por debajo del mentón, parecida a la que se utiliza en el Lifting de 1/3 inferior o de cuello (vía externa).
-Infiltración de tejido graso del propio paciente utilizando la técnica de Lipoestructura, con unos resultados permanentes.
Adelantamiento de una porción de hueso de la mandíbula, mediante las secciones del hueso (o osteotomías) horizontales, utilizando también la vía intraoral. En estos casos el reborde del hueso es desplazado y inmovilizado de manera exacta y precisa, permitiendo corregir el defecto y si es necesario es posible además acortar convenientemente una cara que sea demasiado larga.
-El aumento de un mentón que deba ser corregido en un mayor grado, deberá tratarse mediante secciones del hueso o osteotomías de avance verticales. Cuando la valoración preoperatoria evidencie además una mala oclusión de los dientes que aconseje un adelantamiento del arco dental inferior, será necesario un avance de la mandíbula, con posterior tratamiento del ortodoncista.
En determinadas ocasiones lo que requerimos es una disminución de la prominencia del mentón, siendo necesario efectuar un lijado o una sección del hueso (osteotomía) a través de una incisión situadas dentro de la boca. Las osteotomías permiten avanzar, acortar y estrechar la mandíbula.
Es importante identificar las posibles asimetrías o diferencias de forma o tamaño entre un lado de la cara y el otro.
Las intervenciones normalmente son realizadas bajo anestesia general , y el tiempo de estancia en el centro sanitario puede ser de solamente unas horas si se efectúa ambulatoriamente, o de un día si se ingresa en la clínica. En determinados casos con defectos muy acentuados, en los que se requieran los tratamientos descritos anteriormente con secciones del hueso de la mandíbula, pueden ser necesarios más días de ingreso.

La vuelta a la normalidad

Después de la intervención podrá ser necesario inmovilizar la zona mediante un apósito de esparadrapo, que será retirado a los pocos días. En los primeras días puede sentir cierta presión en la zona que se debe a la distensión de los tejidos y a la adaptación del espacio mentoniano al nuevo implante / grasa injertada. La dieta será blanda durante la primera semana y una vuelta a la normalidad total pasadas 3 semanas de la cirugía.

¿Existen riesgos? ¿Hay garantías?

En términos generales es un procedimiento con un alto grado de satisfacción por parte de la paciente ya que los resultados son muy llamativos consiguiéndose una mejoría muy importante de las medidas antropometricas y de la armonía del rostro. Los principales riesgos son la movilización secundaria del implante y la sobreinfección del mismo sobre todo en caso de que la paciente no tolere cicatrices externas, que por otro lado son prácticamente inapreciables, y la vía de implantación del mismo sea por el vestíbulo oral. Ambas complicaciones se dan en unos porcentajes muy bajos por lo que es un procedimiento relativamente seguro y eficaz

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